El cártel de coches, fue una asociación o grupo entre empresas comerciales de vehículos que realizaba intercambios estratégicos y de información sensible, para poder controlar la producción, la venta y los precios en el sector de la automoción.

Este grupo autodenominado “El club de marcas”, suponía el 91% de la cuota de mercado en el momento de realización de las prácticas abusivas y restrictivas, que provocaba una situación de monopolio en el que este grupo de empresas tenía un control autoritario sobre la fijación de precios de mercado, por lo que, según la sentencia de la Sala de Competencia del Consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dictó una Resolución sobre el expediente S/0482/13 de Fabricantes de automóviles, relativo al cártel de coches operativo en territorio nacional español de 2006 a 2013, ponía de relieve una realidad que se encontraba oculta: la existencia de un cártel de coches

Este hecho de carácter ilegal ha provocado la existencia de miles de afectados. Las operaciones comerciales ocurridas entre las empresas que participaron en el cártel y los usuarios deben de ser estudiadas para poder verificar si durante dichas transacciones, hubo un sobrecoste que perjudicase negativamente el mercado y al consumidor.